lunes, 30 de mayo de 2011

El gallego lepero

En muchos países de América Latina se llama gallegos a cualquier persona procedente de España, sea ésta de Murcia, Castellón, Cáceres o Lugo. En México, no, se llama gallegos a los oriundos o descendientes de Galicia.
Desde que uno pisa territorio mexicano y confiesa su origen gallego, se topa con una sonrisa pilla en el rostro de su interlocutor ¿Por qué? Bueno, pues porque aquí circulan desde hace años todos los chistes de Lepe, pero aplicados a gallegos.
  • ¿Por qué los gallegos plantan cebollas en las carreteras? Porque son buenas para la circulación.
  • ¿Por qué ponen hielos al lado del video? Para congelar la imagen.
Y de ahí, hasta el infinito. Hasta en la radio, en un programa de deportes, escuché este supuesto diálogo entre dos gallegos: Maruja ¿Dónde está el champú? Pues ahí, en el baño. No, aquí hay uno que pone que es para cabellos secos y el mío ya está mojado.
Hay quien se ofende al escucharlos, pero yo me río (aunque son extremadamente malos) porque, sinceramente, no me siento aludida para nada.
En todos se describe al gallego como ser rudo, ingenuo, con pocas luces y paleto. Y en realidad es probable que hubiera muchos así cuando llegaron aquí de una Galicia rural sin agua corriente ni luz, sin estudios y cargados de sueños.
Pero a esos adjetivos hay que añadir otro que pocos reconocen. La semana pasada un catedrático de la UNAM me contó este chiste:
¿Qué hacen los gallegos, mientras el resto de la gente cuenta chistes de gallegos? Dinero
Y así es, porque a todos los calificativos anteriores hay que añadirles el de trabajador. No hay más que dar una vuelta por esta ciudad para descubrir los frutos de esa emigración económica.
En fin, que si os queréis divertir un poco durante una pausa del trabajo, buscad en google "chistes de gallegos" y a disfrutar.

viernes, 27 de mayo de 2011

Lo que no entiendo

Advertencia: esta entrada puede ser malinterpretada y se me podrá acusar de imperialista española, de favorable a la globalización, de sucesora de Hernán Cortés, etc... Pero como dicen aquí: me vale madres...
Juro que lo he intentado. Me he esforzado por facilitar mi integración a través de mi actos. Por borrar el tono golpeado de los habitantes de la Penísnula Ibérica, por introducir las gracias, el por favor, el buenos días, por borrar el coger y el planchar, por no levantar la voz, por sonreír constantemente, por no tener prisas, por acostumbrarme a las dos horas en coche diarias, etc, etc. A la primera semana aprendí que no puedo hacer preguntas sobre ciertas cosas porque eso me llevaría al desequilibrio psicológico. Las cosas no tienen respuesta y listo. No siempre hay un por qué. Son así y son así.
Pero cuesta mucho adoptar esta actitud, porque el punto de vista de mi mirada siempre es el occidental. Y uno no entiende por qué pasan ciertas cosas. Uno no entiende el que si a un taxista le digo que se vaya por la avenida XXX, él opte en ese momento por irse por la ZZZ (y me ha pasado varias veces). Uno no entiende el que le respondan en un puesto de la calle que no tienen un anillo en rojo, si al cabo de un minuto descubre que estaba delante de mí (Pocas ganas de vender?). Uno no entiende que la gente no avise que deja de trabajar en un sitio, sino que simplemente deja de ir a su puesto un día, sin decir nada más. Uno no entiende que si queda con un trabajador (subalterno) a una hora, éste llegue 8 horas después sin dar ninguna explicación. Uno no entiende que me tenga que quitar las gafas de sol en el Palacio Nacional por motivos de seguridad. Uno no entiende tantas cosas. Y he de confesar que esa falta de respuestas me desesperaba.
La luz me la facilitó mi jefe (mexicano por los cuatro costados). Yo veo todo con ojos occidentales (insisto en que me esfuerzo por eliminar todo tipo de prejuicios baratos para captar mejor la realidad) y ellos no se mueven por dinámicas occidentales. Igual que los chinos siguen una lógica confuciana, yo sigo la occidental (o mejor dicho la española), ellos tienen otra en la que lo más importante no es la responsabilidad (entendida como lo hacemos nosotros), sino, por ejemplo, no venderle a un "güero" porque le cae mal, disfrutar de la novia en horarios de trabajo, no confesar su ignorancia sobre las calles de la ciudad, no tener prisa nunca, etc.
Sé que no todos los mexicanos son así, como no todos los catalanes son tacaños o los andaluces vagos. Pero hay muchas cosas que no entiendo y creo que están en la base de su situación económica-social.

lunes, 23 de mayo de 2011

Hay que apurarse




No me da tiempo para nada. Voy apurando los días. Vértigo pensando que el 2 de junio acaba todo esto. Hay mucho que cerrar.
Mientras tanto disfruto el fin de semana. Mercadillo de artesanías por la mañana del sábado. Colorido fantástico. Regateo, alegría. Después fiesta de cumpleaños. Se empieza a las 3 de la tarde y se termina doce horas después. En este intervalo, como cualquier fiesta mexicana, hay mariachis, mucha ranchera, mucho tequila (ríos de tequila), whisky, ron, vodka, Coronas, micheladas, bailes, cantos (y aquí yo aporto la Rianxeira y Catro vellos mariñeiros entre canciones de Negrete o Infante), risas y mucha alegría.
Hay que aprovechar cada minuto así que se madruga el domingo para ir al Centro con un guía estupendo, mi jefe de aquí. Conozco rincones maravillosos de la ciudad que nunca había visto. Compruebo una y otra vez como los edificios del centro se hunden (en cuanto pones un pie en la catedral o en otras iglesias de la zona, la cabeza se te va y te tienes que agarrar a algo). En una esquina, me encuentro con uno de los altares de la Santa Muerte (he de reconocer que lo estaba deseando porque me fascina e indigna el fenómeno) enfrente de San Judas (a quien cada 28 del mes le rezan los ladrones, camellos y demás fauna poco recomendable). Sólo faltaba Malverde.
Se declara campeón de la liga mexicana de futbol el equipo de la UNAM, los PUMAS. Así que (para superar el descenso del Depor) a gritar con miles de gentes por la avenida de Reforma ala bio, ala ban, ala bin, bon, ban, PUMAS, PUMAS ra, ra, ra
El cansancio se deja notar porque una no está acostumbrada a este ritmo.
Se cierra el fin de semana.
Esto se acaba, amigos.

sábado, 21 de mayo de 2011

Admiración y confusión

Esta vez no hablo de México, sino de España, de lo que está pasando allí y de la información que me llega aquí. No entiendo nada. O más bien, no consigo comprender todo esto.
Admiro los movimientos sociales porque soy una persona activa que huye de cualquier tipo de pasotismo. Me gusta que la gente participe en la vida, que dé su opinión, que luche por lo que cree, que no se deje pisotear. Pero la historia ha demostrado que hay que estudiarlos con calma, cogerlos con pinzas para no quedar atrapados en situaciones absurdas.
No comprendo por qué ahora salta todo esto. Si España lleva en crisis año y medio, si los problemas de la ley electoral existen desde hace más de veinte años, si el bipartidismo no es algo nuevo... Me decía una amigo que la pregunta que me debía de hacer era por qué no ahora. No quiero ser pedante, pero dado que no vivimos en una selva, la respuesta es porque estamos en campaña electoral, una situación especial (porque la participación del pueblo en la política merece el máximo respeto), con una serie de normas (que obviamente se pueden cambiar), pero no en la mitad del partido. Considero que hubiera sido más beneficioso para el Movimiento, de acuerdo con ese afán de apartidismo que defiende, el estallar el 23 de mayo.
No me considero fan de Muñoz Molina, pero ha escrito un artículo bastante interesante en su blog (http://antoniomuñozmolina.es/2011/05/hora-de-despertar/) en el que analiza ese pasado que nos ha llevado a la actual situación.
Desde hacía meses esperaba un estallido de la sociedad por la crisis actual ( yo no sabía si de tipo xenófobo o como el que ha ocurrido) pero estaba claro que la olla explotaría antes o después. La lástima es que cuando los estómagos están llenos nadie se queja (y la ley electoral era la misma)
En fin, como podéis ver no tengo las ideas muy claras sobre lo que está pasando en España.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Reflexiones de una comida

Ayer nos juntamos en una comida un mexicano, una italiana, un argentino (de ascendencia gallega) y yo. Fue una comida muy agradable en la que le dimos una vuelta a la situación del mundo.
Sólo cuando sales de la burbuja de tu ambiente, de tu círculo, de tu familia y amigos es cuando adquieres otra perspectiva de la realidad. Me preguntaron por España, por la crisis, por Zapatero y Rajoy, por la política de ZP, por quién ganará en el 2012. Y de repente, sin buscarlo, me encontré como analista política, como corresponsal de la realidad española.
Todos me manifestaron su preocupación por España y su difícil futuro.
Serán los flujos mundiales de información, los intereses geoestratégicos, el pasado común, pero el hecho es que desde aquí se mira mucho a España. Se sabe todo lo que pasa allí. Se sigue con un especial cariño y siempre con una admiración no confesable. Aquí se sigue la Liga o la Champions como si estuviéramos en Móstoles o Burgos. Se debate sobre Mourinho y Messi como si se emitiera el programa de tv en Madrid o Barcelona. Se conoce a Rajoy o a Gallardón.
Y nosotros apenas sabemos nada de lo que pasa por estos lares. El conocimiento medio de cualquier español (o europeo) sobre México o cualquier país americano es vergonzoso. Tanto a nivel de actualidad, como de cultura, economía o deportes. Analfabetos podríamos decir y eso que nos unen muchas cosas. Tan sólo puntualmente aparecen en los telediarios la violencia en México, los juicios por la dictadura argentina, Venezuela y Chaves o Bolivia y Morales. Simplificación máxima debida a la economía periodística.
Y mientras, nosotros miramos a Europa dando la espalda a este continente que tanto nos dio y en el que tanto dejamos (no siempre bueno).
PD A los que todavía no han escrito en el blog cada vez les queda menos tiempo

lunes, 16 de mayo de 2011

Una imagen...





Domingo de trabajo. Empieza la cuenta atrás y debo dejar cerradas demasiadas cosas. Tengo muchas ideas en la agenda para futuras entradas, pero hoy no tengo tiempo de desarrollarlas (sólo un avance: el monto de mordidas a la policía es el equivalente al presupuesto del ministerio de justicia en este país).

Como en otras ocasiones, cuando no hay tiempo para escribir abuso de las fotos, haciendo valer lo de una imagen vale más que mil palabras.

He aquí la majuestuosidad de Monte Albán (la primera) y Teotihuacán (la segunda). No me imagino la cara de Cortés al encontrar tales civilizaciones. La visión eurocéntrica del mundo limita mucho nuestra percepción de la realidad

Ya le queda poca vida al blog, pero prometo seguir escribiendo.

jueves, 12 de mayo de 2011

El once

Hace unas semanas estuve en Teotihuacán, unas pirámides a unos cincuenta kilómetros del DF. El guía me explicó el dominio de los números de la civilización que allí vivió hace muchos siglos. Eran ingenieros que calculaban a la perfección cada medida de esa maravillosa ciudad. En sus cálculos matemáticos destacaba siempre el número 11. Y me contó que no era casualidad que hubiera ocurrido el 11-s, el 11-m y este año el 11-m de nuevo con el terremoto de Japón.
La verdad es que no creo mucho en esas cosas por salud mental, pero me quedé con la mosca detrás de la oreja. Dada mi buena suerte viajera decidí intentar no viajar un 11. Pues hete aquí que hoy 11 de mayo hay un terremoto en Lorca de una magnitud bastante baja que mata a ocho personas.
En lo que llevo en México he vivido ya dos terremotos (de 6,5 y 5,8) y no me he enterado. No se ha caído nada (ni las chabolas más débiles). No entiendo por qué lo devastador de este sismo en Murcia, ¿por el día 11? Racionalmente me resisto a creerlo, pero...
Por si acaso, el 11 de noviembre de este año iros al campo a dar un paseo.

viernes, 6 de mayo de 2011

Come lo que vieres



Allí donde fueres, haz lo que vieres. Y así hago yo en lo que se refiere a la comida. Es increíble la variedad y gusto de la gastronomía mexicana. Estoy dando buena fe de ello (los garbanzos Cidaco que compré hace más de un mes aún siguen intactos) y lo demuestra el que si sigo así Iberia me cobrará exceso de peso a mí y no a mis maletas ;-)
Bueno, pues dado que ando liada con el trabajo porque me está pillando el toro, aquí dejo una foto de uno de los platos estrellas de la comida mexicana: escamoles a la mantequilla, gusanos de maguey y chapulines (o lo que es lo mismo, larvas de hormigas, gusanos de y saltamontes). Ehhhh, fuera esa cara de asco! O no me diréis que no hay cosa más repulsiva (y sabrosa) que unos percebes de Cariño o unos centollos. Muy hambriento debía de estar el que los probó por primera vez, o no? Así que mucho respeto al platillo que acabo de mencionar ;-)
Que a qué sabe? Bueno, pues las larvas de hormigas a arroz con mantequilla, los gusanos a frito y los chapulines a chile (porque los cocinan con chile). En fin, que sabor propio y significativo no tienen mucho.
No penséis que es un plato barato. Sería uno de los más caros (unos escamoles están sobre los 20 euros más o menos) en el menú mexicano. Por ello, consejo para los de la crisis económica: al negocio de las persianas, alquiler de baños, añadid caza de saltamontes

martes, 3 de mayo de 2011

Y seguimos con la (pinche, perdón) inserción



Creo que el blog me está sirviendo como tranquilizante o valeriana. Es lo que me ahorro.
El último día contaba mi experiencia con la policía. Pues seguimos en el mismo ambiente.
En México, pese al tráfico que hay, con millones de coches, no hay exagerados problemas para aparcar. En cada supermercado, restaurante, empresa grande hay o un estacionamiento privado o un servicio de valet parking que aparca el coche por una propina.
Esta mañana fui a hacer una gestión a una oficina de uno de los mejores barrios de la ciudad, Polanco (el Serrano del DF). Me dejaron un coche para el recado. Vi sitio libre detrás de un taxi. Miré si había señales de tráfico de prohibido aparcar y nada (ya dije en la otra entrada que no existen). Ahí lo dejé. Detrás de mí, inmeditamente se estacionó un camión. Así que me fui tranquila.
En los edificios de oficinas (aunque sean privadas), tienes que registrar tu hora de llegada y de salida y también dejar una identificación. Por eso sé que tardé exactamente 10 minutos de reloj.
Cuando salí el coche no estaba. Horror. Vuelco al corazón porque no era mío y en esta ciudad lo de la seguridad deja mucho que desear, así que pensé que me lo habían robado. Me quedé sin habla. Di vueltas sin dar crédito a lo que estaba pasando, hasta que a lo lejos veo al de quiosco que me hace el gesto de una grúa. Hijos de su chingada madre. En un país en el que todo es lento, TODO es lento, estos tardaron menos de 10 minutos en llevármelo.
Hablo con el del quiosco y me dice que se lo llevaron porque yo había aparcado delante de un banco y al parecer en este país (también por motivos de seguridad) está prohibido estacionar allí. Y yo como narices lo voy a saber si no hay ninguna señal!
Llamo a la dueña del coche (experta en estas lides) y se prepara para acompañarme hasta el "corralón" y sacar el carro. Mientras busco el taxi para ir a recogerla, vuelve la grúa y en menos de un minuto se llevan otro coche. Me voy hasta su casa (con el susto me monto en el primero que pasa, y cuando ya estoy dentro me doy cuenta de que no tiene licencia, por lo que le rezo a todos los santos).
Nos vamos al corralón. Una procesión de grúas que dejan carros. Para recogerlo, además de pagar la multa de unos 50 euros, hay que llevar copia doble de: carné de conducir, pago de los impuestos del coche, factura del concesionario de la venta del coche y copia de los documentos de circulación del vehículo. Como si uno llevara encima todo eso todos los días.
Esta vez no discutí. Con quién me enfado? No vi al policía que se llevó mi coche (por cierto, tienen comisión por cada uno que levantan). Así que chitón, me quedé con el cabreo todo el día.




PD. Después me dijeron que la concesión de las grúas, pertenecía, Oh sorpresa, al hermano del alcalde...

Lo siento, prometo no volver a contar cabreos en el blog