miércoles, 30 de marzo de 2011

Trabajo




Como ando liada con el trabajo, y sé que algunos están enganchados al blog, o al menos (ilusa) eso espero yo, aquí os dejo una foto que hice en Chiapas.

Hay quien encuentra negocio en cualquier lado. Así que mensaje a los afectados por la crisis: venid a México a poner persianas y a alquilar baños.

lunes, 28 de marzo de 2011

Persianas

La verdad es que el blog me está haciendo bastante compañía, sobre todo los fines de semana, que en ocasiones se hacen duros. Éste me ha tocado trabajar para cumplir con unas entregas así que la ventana de internet es la única que tengo al mundo, porque la tele no funciona. O trabajo en el ordenador, o veo el correo en el ordenador, o veo una película en el ordenador o escribo en el blog en el ordenador. Y como cuando uno está solo y ligeramente aburrido, como es mi caso hoy domingo, piensa en las cosas más absurdas, como por ejemplo las persianas. Me resulta extraño que un invento tan simple y normal como las persianas en España no esté difundido en el resto del mundo. Tampoco soy Phileas Fogg para saber si existen en todos los países, pero en pocos lugares del extranjero me las he encontrado y no entiendo el por qué. Algo tan sencillo, cómodo, útil y barato. En Italia hay contras, que están bien, pero no es lo mismo. En México, hay estores, que apenas ocultan la luz. Sobre las seis y media ya te empieza a molestar la luz (a no ser que duermas como un lirón). He preguntado por qué no existen y me han dicho que son caras. No sé. En un país con tanta luz como éste, es un misterio que no sean de uso frecuente. Me parece que puede ser una buena inversión crear una exportadora de persianas para el resto del mundo. En plena crisis puede ser un nicho de trabajo. Intentaré entretenerme más el próximo domingo para no enrollarme con otra parrafada como las alfombras, bidés, fregona o enchufes.

viernes, 25 de marzo de 2011

El supermercado


Los que me conocen saben que me gusta comer bien. Lo considero uno de los placeres de la vida. México es un país con una de las mejores gastronomías del mundo (acaba de ser reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco) y obviamente, a mi me fascina. Tiene una variedad fabulosa (en la foto diferentes tipos de frijoles). Poco a poco me voy familiarizando con los nombres: tinga, cochinita pibil, huachinango, chilaquiles, enchiladas, pastor, volcán, flautas, tampiqueña, arrachera, carnitas, cajeta, donitas, etc...

Pero ahora he tenido que frenarme un poco porque mi volumen ha aumentado notoriamente (es decir, me estoy poniendo como una vaca). He decido volver a cocinar "a la española" mientras estoy en casa para cuidarme un poco y aumentar las verduras y frutas. Así que ayer me fui al supermercado yo sola (hasta ahora iba acompañada). No fue una gran experiencia porque noté seriamente lo que se experimenta en un lugar desconocido. La comida es una de las cosas que hace hogar, te hace sentir en casa al tiempo que te puede mostrar lo lejos que estás.

En España sé si prefiero Solís a Orlando, Danone a Yoplait, SOS a la Cigala, etc. Pero aquí? Hay un montón de productos nuevos que no sé ni cómo saben, ni cómo se cocinan. Un montón de marcas. Pánico! No quiero comida preparada ni congelada, entonces? Bueno, pues a experimentar y probar.

He de reconocer que mi españolismo me hizo comprar garbanzos Cidaco y alguna que otra cosilla europea. También compré pasta Barilla, pero me estuvo bien, porque al llegar a casa me di cuenta de que estaba hecha en México, así que cualquier parecido con la realidad fue puera coincidencia.

En definitiva, que me tendré que olvidar de mis recetas de Arguiñano, comprar el libro de Patricia Quintana y experimentar la nueva cocina mexicana hecha por mí, muy lejos de la real y estupenda cocina tradicional mexicana.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Cargarse de energía


El fin de semana pasado hubo un puente en México. Tienen costumbre de pasar los festivos que caen entre semana a los lunes y en esta ocasión el festivo era el 18, día de la Expropiación Petrolera, por lo que no se trabajó el 21, otro día clave en todo el país. Es la llegada de la primavera, más conocido como el Equinoccio de primavera, jornada especial que demuestra que las herencias mayas y aztecas siguen muy, muy vivas.

Ese día la gente se viste de blanco (sin adornos como pendientes, relojes, pulseras) y acude a las pirámides para cargarse de energía. Sí, habéis oído bien, cargarse de energía. Niños, ancianos, mujeres, familias enteras. En teoría (porque como en todo, algunos especialistas dudan de esta transmisión de energía) recuerdan a sus antepasados y la adoración que sentían aquellos por el astro solar. La verdad es que en un primer momento puedo ser motivo de gracia ver a miles de personas, pero pensándolo bien, cualquier acto religioso o pseudo-religioso visto con ojos de ateo, tiene apariencia cómica o simplemente surrealista.
A mí me tocó estar en Villahermosa (estado de Tabasco) visitando un museo de cultura olmeca (la civilización madre de los aztecas y mayas). Ni me acordaba que era el Equinoccio. En cuanto llegamos la guía nos apuró y nos llevó a un lugar apartado donde el grupo comenzó el ritual dirigido por ella. Eran las doce de la mañana, hora clave porque es cuando el sol está en su apogeo, entre oriente y occidente. Con las manos en alto recitamos una especie de oración solicitando al astro que nos diera su energía. Como soy mujer de poca fe, poca capté, más que nada porque no me di cuenta de que llevaba el sombrero puesto. Después de este ritual de unos diez minutos, seguimos con la visita.
Lo normal es acudir a centros importantes arqueológicos en las culturas mayas y aztecas como Teotihuacán, Tajín, Monte Alban, Palenque, Chichen Itza o Xochicalco. Para que os hagáis una idea, sólo en el primer sitio, las pirámides que están muy cerca de México DF, entre el 20 y el 21 acudieron unas 250.000 personas.
Mientras que en España la llegada de la primavera la dicta el Corte Inglés, aquí es la fuerza del sol. Seguro que les va mejor a ellos que a nosotros.

sábado, 19 de marzo de 2011

puente

ESTE nFIN DE SEMANA HAY UN PUENTE EN MEXICO. LO HE APROVECHADO PARA VENIRME A CHIAPAS. YA OSCONTARE. ES PRECIOSO¡¡!! TENGO UNA CONEXION PÉSIMA Y NO M DEJA SUBIR FOTOS. FELIZ FIN DE SEMANA

lunes, 14 de marzo de 2011

¿México es caro?

Muchos de mis amigos me preguntan si México es caro. La respuesta depende de quien la dé. Existen dos Méxicos.
Algunos datos como ejemplo: un policía gana 350 euros al mes (de ahí el origen de la corrupción y las mordidas). El menú del día de la Facultad (sin postre) cuesta 2 euros (ya sé lo que estáis pensando los de Elviña...). El salario mínimo al día es de 3,5 euros.
Por otro lado, tenemos el sueldo de los diputados y senadores: unos 7.000 euros al mes (compárese con el salario mínimo antes mencionado). El hombre más rico del mundo es mexicano: Carlos Slim (74.000 millones de dólares).
¿México es caro? Depende si la respuesta te la ofrece Slim o un propinero. Lo que es evidente es que no existe una clase media como la conocemos en Europa.

domingo, 13 de marzo de 2011

Por ser vos quien sois

Venir a México (no me atrevo a decir América porque no conozco el resto de los países hispanoamericanos) es en ocasiones dar un paso atrás en el tiempo y encontrarse con curiosas palabras, costumbres o vicios ya perdidos en España. Y en muchas ocasiones es agradable. En otras, no tanto.
En relación a la lengua, me topo con muchos ejemplos todos los días. El viernes pasado en un mercadillo, el dependiente respondió sobre unos rebozos "Los hubimos, pero ya no los tenemos". Uff, de la época cervantina como mínimo.
En cuanto a los vicios, por desgracia, también los hay. Sigue existiendo un fuerte clasismo, ya casi olvidado en España (en Italia, todavía se encuentra de vez en cuando, sobre todo en el Sur).
En la administración pública, en función de quien seas, así te tratarán. Ya me han dicho en varias ocasiones que en la universidad me debo presentar como doctora para que me hagan caso. No me lo acabo de creer y, la verdad no estoy acostumbrada a presentarme (más que nada porque siguiendo un razonamiento frío europeo, pienso que qué le importa a mi interlocutor si soy española o doctora o lo que sea). Pero no, para conseguir algo lo tienes que hacer.
El otro día fui a la biblioteca del centro en el que estoy. La funcionaria estaba hablando por teléfono con su amiga XXX. Esperé cinco minutos. Como vio que yo no me marchaba, interrumpió su charla y me preguntó qué quería. Le hice un par de consultas. A una me respondió, a la otra me dio largas. Insistí. Se trataba de que ella consultara el catálogo de otra Facultad en internet. Siempre con el teléfono en la mano, su respuesta fue: "Sabe qué, es que desde mi computadora no tengo acceso a otros centros de la UNAM" (sí hombre, y yo me lo creo). Le comento que me parece muy raro e insisto. Al decirle que volveré después de dejar mis cosas en mi despacho, abre los ojos como platos y me pregunta"Pero usted es investigadora?". Sí. "Ay, perdóneme. Nadie me lo había dicho" (por qué te lo tenían que aclarar, pienso yo). Le dice a su interlocutor al teléfono que lo debe dejar y cuelga. "Disculpe doctora, discúlpeme. Dígame qué desea. [...] Como no, claro que sí. Ahora mismo lo busco. Perdone, perdone, perdone". Al final consigo lo que buscaba. Pero si hubiera sido un estudiante cualquiera, un anónimo ciudadano no hubiera obtenido el resultado deseado. Muestra de una sociedad caciquil y corrupta como ésta.
No estoy acostumbrada a ese clasismo, y eso que yo salgo beneficiada (excepto cuando me encuentro con algún mexicano que sigue viendo a todo español como heredero directo de Cortés).
A pesar de Baltar, hemos ido perdiendo esos vicios.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Allí no, pero aquí sí




A riesgo de parecer políticamente incorrecta no creo en el Día de la Mujer Trabajadora. En una sociedad como la española no tiene sentido. Sé que habrá muchos que no opinen lo mismo pero creo que las cuotas y ese tipo de celebraciones nos hacen un flaco favor a las mujeres. Seguro que T. P nos podría explicar las docenas de razones que existen para apoyar dicho día, pero a mí, por el momento no me convencen.
No me convence que deba haber una cuota rosa, una paridad sólo por ser mujer. Es más, me parece una medida que roza con el populismo. Baste ver los gobiernos de Zapatero para comprobar que su composición no se debe a un requisito de excelencia, sino de proporciones entre hombres y mujeres. Prefiero estar gobernada por los mejores, sean éstos hombres o mujeres.
Es cierto que en España faltan cosas por conseguir, pero no depende de los 8 de marzo, sino de la educación de las mujeres y su pasotismo.
Esta crítica al feminismo trasnochado se ha tambaleado desde que estoy en México. País machista donde los haya. Y eso que conozco nuestra España y la Italia berlusconiana. Aquí, debido al ambiente de violencia que se respira, las mujeres están indefensas, son víctimas fáciles. Uno de los transportes más famosos de la ciudad, el Metrobus, tiene un vagón exclusivamente para mujeres por los ataques que sufrían habitualmente. Y así es (ahí están las fotos). Ves una especie de autobús con dos vagones: uno para hombres y otro para mujeres y automáticamente se me vienen a la cabeza las imágenes del cumplimiento de las leyes raciales de Estados Unidos de hace décadas. Existen además autobuses urbanos exclusivamente para mujeres. Pero el estado mexicano no encuentra otra manera de protegerlas. De hecho, la medida ya existe en Japón.
Otro ejemplo. Una amiga me dijo: si vas en un taxi, haz como que llamas a alguien diciéndole por qué calle vas y que te espere inmediatamente. De este modo, el taxista sabrá que alguien conoce tu recorrido y se lo pensará dos veces antes de atracarte. Soy una víctima fácil. Glups.
Es cierto que aquí en estos casos se mezcla la violencia en la que vive el país con el machismo. Sin embargo, estoy convencida de que las telenovelas tienen mucho que ver. Que sí. Que las telenovelas tienen buena culpa de un imaginario colectivo que fomenta estas actitudes contrarias a la dignidad de la mujer. Del mismo modo que Mediaset favorece la difusión de una mujer que no vive en este mundo.
Otro día desarrollaré esta teoría sobre las consecuencias de haber visto "Los ricos también lloran". Mientras tanto, bienvenida sea en este país una jornada de reflexión sobre la mujer.

lunes, 7 de marzo de 2011

El pago de una entrada







Ayer me fui a la Feria del Libro de México invitada por la UNAM. Tenía que estar a las dos de la tarde para la presentación de unas revistas.



A diferencia de las ferias españolas, ésta no es al aire libre, sino en uno de los edificios históricos de la ciudad, el Palacio de Minería, en plena centro de México.

Cuando me estaba acercando vi una cola que daba la vuelta a la manzana. Mínimo unas cuatrocientas personas. Pensé que estarían regalando algo, pero me equivoqué. Hacían cola para comprar la entrada para entrar. Esa es la gran diferencia con nuestras ferias del libro. Había que pagar 100 pesos (unos 60 céntimos de euro). Es cierto que para nosotros la cantidad es irrisoria, pero en este país con ese dinero te puedes comprar unos siete kilos de tortillas.

Lo admirable es que la gente pague por ir a una Feria del libro. Es decir, pagar por tener acceso a la cultura, a la lectura.

Todos los pasillos llenos;conferencias y presentaciones ininterrumpidamente en cinco salas diferentes. Y todas abarrotadas. Familias, ancianos, jóvenes.

Me imagino qué pasaría en Madrid, Coruña, Orense o Génova si hubiera que pagar por tener acceso a los stands. Bueno, la respuesta ya la sabemos.

En fin, que me admira ese gusto por la lectura, por mejorar que tiene esta tierra, frente a una Europa vieja y resabida.



jueves, 3 de marzo de 2011

Big, big, big
















Esta ciudad es grande, muy grande, inabarcable, descomunal (anádanse los superaltivos que procedan). Yo pensaba que rondaba los veinte millones de seres humanos, pero varias personas me han confirmado que supera los treinta. Es decir, tres cuartas partes de España metidas en una sola ciudad. Gente, gente, gente, gente, gente. No sé cómo será China pero me lo puedo imaginar viendo el Distrito Federal. Parece hora punta constantemente. Gente, gente y gente.

No tengo los datos reales, pero si elucubramos una proporción del tipo un vehículo por cada tres mexicanos, nos da la impresionante cifra de una ciudad con diez millones de coches. Así que os podéis suponer el color del cielo. A lo lejos se intuye el azul pero hay una capa marrón que cubre la ciudad.

Todo esto hace que sea una urbe caótica, imposible de controlar, limitar o dominar. Un monstruo que crece sin medida. Una de las avenidas principales que recorre la ciudad de norte a sur (av. Insurgentes), mide más de 60 km. La distancia entre Coruña y Santiago.

Hay circunvalaciones y vías rápidas dentro de la megalópolis con cinco y seis carriles en cada sentido. Pero nada. Se colapsan. La última gran obra de ingeniería es el doble piso del Periférico. Una especie de M-30 sobre otra M-30. Circulas a una altura de un sexto piso.

Yo cada vez que me voy a la Facultad tardo cuarenta minutos (si no es la hora punta, en la que se alarga a una hora y diez). Pero la gente puede tardar hasta dos y media en trasladarse de su centro de trabajo a casa de ida y otras dos horas y media de vuelta.

Una nueva prueba para la paciencia. "No comas ansias". Así que cuando a los diez minutos te empieza a hervir la sangre porque no hay más que coches parados, hay que realizar un ejercicio psicológico que aplica de vez en cuando mi santo padre: "Si tu mal tiene remedio, para qué te apuras, y si no lo tiene, para qué te apuras". Moraleja, paciencia (palabra que se empieza a repetir demasiado en este blog).

Otro día más.





martes, 1 de marzo de 2011

La lengua de Cervantes o la de Alfonso Reyes

La verdad es que no es fácil adaptarse a otro país. Y eso que este es un país "hermano", con parte de historia común. Pero lo de la lengua común no lo veo del todo cierto... a ver, nos entendemos, pero en dos días que llevo aquí he tenido que decir a mi interlocutor que no entendía unas cuantas veces.

Como no sepas qué significa te doy un aventón, jalar la puerta, torta de jamón, "empanadas y cuernos", hacer tu chamba, acomodarse en su cubículo, vacacionar, agarrar (y no coger) la charola, ser barco (en el ámbito docente), naco, fresa, picotudos, etc perderás información importante sobre lo que te rodea o lo que debes hacer.

A todo esto hay que unir la velocidad en la dicción. Lenta, muy lenta, rematadamente lenta. Hay que huir del hablar "golpeado" que dice mi padre, porque a la primera de cambios te miran mal, como si les estuvieras gritando. Así que una conversación tipo con cualquier persona con la que te cruces en el trabajo es de este tipo:

-Bueeeenooooos días doooooctoooooraaaaa

- Buenos días, "lisensiada"

-¿Cóooooooomo le vaaaaaaaa?

- Muy bien, "grasias" y usted?

- Qué bueeeeenooooooo! Muyyyyyy bieeeeennnnnnn. Cóoommoooo me aleeeegrooooo

(Pausa en la que yo no sé qué decir ante mi interlocutor que espera algo, no sé qué, pero algo)

- Sí

- Ayyyyyyy Quéeeeee bueeeenooooooo. Aquíííí andaaaamooooooosssssssss chaaaammmbeannnddoooooo

(Pausa idéntica a la anterior)

- Muy bien (seco y cortante porque esta conversación dura demasiado)

- Queeeee teeeenngggaaaaaa un boniiiiitoooooooooo díaaaaaaaaa. A sus órdeeeeeneeeessssss



En fin, que tengo que hacer un gran esfuerzo para no aparecer como maleducada, imperialista española y cabreada perpetua. Aprender a dominar esos silencios.

Lo de los 500 millones de hispanohablantes, me parece un poco falso. Habrá que ver más a Cantinflas.

ándale ándale

Aquí empiezo mi mi primer blog en solitario como si estuviera estrenando unos zapatos nuevos. Contenta y emocionada.
Lanzo la primera advertencia, como primer blog que es, espero que seáis condescendientes conmigo. Ya sé que se pueden hacer mil cosas (intentaré aprender algunas), pero no busquéis aquí la novedad y el diseño perfecto.
Sé que mis compañeros de trabajo alucinarán con lo rudimentario del diseño. Ruego sobre todo a S., R., N. y los A. que lo miren con buenos ojos.
El objetivo de este blog es contaros lo que veo, huelo y saboreo en esta tierra americana. Intentaré que me acompañe en estos tres meses y que através de él podáis compartir y conocer México.
Por último, si tenéis tiempo me gustaría que lo comentarais. Esto es la web 2.0 no?
Órale, ándale, ándale. Allá vamos